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jueves, 31 de octubre de 2013

Equipos de protección individual frente a las caídas de altura. Sistemas anticaídas

Si se tienen en cuenta los datos facilitados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la construcción es el sector que cuenta con un mayor índice de incidencia: 7.735,3 accidentes por cada 100.000 trabajadores, frente al valor medio de sectores que es 3.515,2.


Si se tienen en cuenta los datos facilitados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, la construcción es el sector que cuenta con un mayor índice de incidencia: 7.735,3 accidentes por cada 100.000 trabajadores, frente al valor medio de sectores que es 3.515,2. Estos valores son debidos a múltiples factores, entre los que destaca, especialmente, las características de las obras de construcción (centros de trabajo temporales, concurrencia de distintas empresas, así como la diversidad de las propias obras), que traen como consecuencia que la adopción de medidas preventivas sea una tarea muy compleja.
Además, se puede comprobar cómo, año tras año, las cifras sobre los accidentes de trabajo asociados al mencionado sector de la construcción que se califican como graves, muy graves o mortales que se producen por una caída de altura, se repiten de forma alarmante. De hecho, durante el año 2011 se registraron 360 accidentes con esta calificación, originados por las referidas caídas desde altura, lo que supone el 35 % del total.
Los principios de la acción preventiva especificados en el artículo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establecen, por un lado, que se deben combatir los riesgos en su origen, y por otro, que es necesario “adoptar medidas que antepongan la protección colectiva a la individual”. Asimismo, el artículo 17 de la referida ley dice que “los equipos de protección individual (EPI) deberán utilizarse cuando los riesgos no se puedan evitar o no puedan limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo”.
En este contexto, se da la circunstancia de que, en numerosas ocasiones, se hace necesaria la utilización de estos EPI para la protección de los trabajadores. No obstante, si con carácter general la elección de los distintos materiales, máquinas y herramientas está supeditada al desarrollo del proceso constructivo tendrá que adaptarse a éste, no siempre ocurre lo mismo en la elección de los sistemas anticaídas para realizar los trabajos en altura. Con el fin de determinar si lo anteriormente indicado es así, es necesario tener en cuenta varias cuestiones: ¿conocen los empresarios, los técnicos y los trabajadores los diferentes sistemas anticaídas que existen en el mercado?; ¿la instalación y utilización de dichos sistemas se lleva a cabo de forma correcta? La resolución de estas preguntas es primordial para conocer las situaciones que concurren en el ámbito de la utilización de estos equipos de protección individual.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, la Fundación Laboral de la Construcción desarrolló, durante el año 2012, con la financiación de la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, el proyecto denominado “Guía práctica para la elección de equipos de protección individual y sistemas de anclaje para el trabajo en altura en construcción” que tiene como fin primordial poner a disposición del sector información relevante relativa a la elección, utilización y mantenimiento de los sistemas anticaídas para prevenir el riesgo más significativo asociado al sector de la construcción, como es la caída de altura.
Algunos conceptos
Es habitual que cuando se trata de trabajos en altura sólo se tengan en cuenta aspectos, tales como si la plataforma de trabajo está situada a más de dos metros del suelo o si existe o no algún punto donde sujetar el arnés anticaídas. Pero, más allá de estas cuestiones, existen una serie de conceptos de gran importancia que es necesario tener presente para asegurar que los trabajos se ejecutan en unas condiciones correctas de seguridad y salud. Algunos de estos conceptos son los siguientes:
-Caída libre: cuando un trabajador se encuentra en una situación con riesgo de caída y está provisto de un sistema de seguridad que la detendría en el caso de producirse, se dice que está en situación de “caída libre”.
-Factor de caída: se trata de un número ‘adimensional’ que se calcula dividiendo la distancia de caída entre la longitud de cuerda que está destinada a parar la misma. Este valor determina el impacto que recibe un trabajador al caer (fuerza de choque) que será, más o menos grave, en función de la altura de la caída, de la masa del usuario y de la cantidad de cuerda que interviene en su parada. El valor del factor de caída varía desde cero hasta cualquier otro, aunque lo habitual es que no sea mayor de 2.
-Diferencia entre sujeción y retención: la finalidad de un equipo de protección individual que se usa durante la realización de trabajos en altura no siempre es detener la caída. En determinadas ocasiones, el trabajador debe posicionarse en el lugar de trabajo provisto de un sistema que le sujete, bien sea por comodidad (para tener las dos manos libres), o bien porque no existe ninguna superficie de apoyo donde pueda sujetarse por sí mismo. En el caso de que el trabajador no disponga de otro punto de apoyo distinto de una cuerda (o similar), es decir, que sólo se encuentre sujeto por este elemento, se estará hablando de “trabajos verticales”. Si por el contrario, el trabajador tiene los pies apoyados en una estructura (a veces la frontera entre una y otra posibilidad no es sencilla de determinar), se tratará, en general, de trabajos en altura. Si el sistema de seguridad que usa el trabajador es un elemento que limita la zona a la que puede acceder, no permitiéndole llegar al lugar de peligro en el que pueda generarse la caída, se dice que se está trabajando en retención.
Aspectos normativos y reglamentarios
En la normativa vigente sobre seguridad y salud en el trabajo no se establecen, de manera concreta, aspectos relativos a los equipos de protección individual para evitar las caídas de altura. Independientemente de ello, es necesario tener en cuenta ciertas normas que, en mayor o menor grado, afectan a estos equipos de trabajo. Estas son:
•              Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales.
•              Real Decreto 1215/1997. Disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por los trabajadores de los equipos de trabajo.
•              Real Decreto 1627/1997. Disposiciones mínimas de seguridad y de salud en las obras de construcción.
•              Real Decreto 773/1997. Disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual.
•              Real Decreto 1407/1992. Requisitos para la comercialización de los equipos de protección individual.
No obstante, en lo relativo a estos equipos de trabajo es importante tener en cuenta diferentes normas europeas que, si bien su cumplimiento es de carácter voluntario, tienen gran importancia para conocer si los equipos de trabajo que empleamos son acordes a los trabajos a realizar, o para determinar el equipo que es necesario adquirir.
Es importante destacar que en el Real Decreto 773/1997 se excluye el material deportivo de su ámbito de aplicación. Ello es debido a que no se ha de emplear material exclusivamente deportivo en el ámbito laboral, principalmente porque en las pruebas técnicas de referencia no siempre se utilizan los mismos valores al aplicarse normas europeas distintas. En determinadas ocasiones los citados equipos cumplen las normas referidas, tanto al ámbito deportivo como al de trabajo; bajo estas circunstancias, ello vendrá determinado en el propio equipo. Dentro de este último ámbito destacan, de un total de hasta veinte normas, la EN 361, “Arneses anticaídas”, y la EN 362, “Conectores”.
Un sistema completamente adecuado
Para conseguir unas condiciones de trabajo adecuadas para ejecutar este tipo de trabajos no es suficiente con disponer de un arnés y de unos conectores que cumplan con lo establecido en la normativa vigente y en las normas armonizadas. Todo el sistema tiene que cumplir unas exigencias mínimas, sin olvidar que otros componentes, como los ‘absorbedores’, las cuerdas o las líneas de anclaje, son igualmente importantes.
Del mismo modo, es preciso tener en cuenta otros factores, como por ejemplo, el punto fijo de anclaje, que debe ser lo suficientemente resistente para soportar la fuerza generada en una posible caída.
Para conocer más a fondo los aspectos concretos de estos equipos, se puede consultar la guía antes citada en la web www.lineaprevencion.com, dentro del apartado ‘Proyectos’.
En dicha guía es posible encontrar, entre otros contenidos, detalles de los diferentes componentes que conforman un sistema anticaídas: arneses, conectores, líneas de anclaje, cuerdas, etc. (teniendo en cuenta cuestiones tan importantes como las tallas, las caducidades, los complementos, etc.), nociones generales sobre métodos de rescate en el caso de que un trabajador sufra una caída, ejemplos de pruebas reales utilizando distintos puntos de anclaje, o detalles de la formación necesaria que han de disponer los trabajadores para usar adecuadamente estos equipos, todo ello, complementado con un importante material gráfico que permite a los diferentes usuarios (empresarios, técnicos y trabajadores) adaptar la teoría descrita a su trabajo diario.
Fundación Laboral de la Construcción
La Fundación Laboral de la Construcción es una entidad sin ánimo de lucro, referente en el sector de la construcción, que está presente en las diferentes Comunidades Autónomas a través de sus 17 Consejos Territoriales. Tiene la peculiaridad de estar gestionada de forma paritaria por las entidades más representativas del sector de la construcción: la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), la Federación Estatal de Construcción, Madera y Afines de Comisiones Obreras (Fecoma-CCOO), y Metal, Construcción y Afines de la Unión General de Trabajadores, Federación de Industria (MCA-UGT).
En 2012 formamos a más de 100.000 trabajadores de la construcción, tenemos 40 centros de formación propios, una oferta de más de 400 acciones formativas y la colaboración de más de 1.700 profesores en toda España.
Entre las herramientas de difusión de sus actividades, destaca el Boletín Digital de la Fundación (http://www.fundacionlaboral.org/pages/fundacion/actualidad/boletindigital.php), que cuenta con cerca de 80.000 suscriptores.
Para más información: http://www.fundacionlaboral.org

Fotografías propiedad de la Fundación Laboral de la Construcción
ANTONIO SANTANDER ÍÑIGO, RESPONSABLE DE PROYECTOS DEL ÁREA DE SEGURIDAD Y SALUD DE LA FLC

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miércoles, 30 de octubre de 2013

Reunión del Consejo General de Profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo

Reunión del Consejo General de Profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo

El Consejo General de Profesionales de la Seguridad y Salud en el Trabajo (CGPSST) se reunió el pasado 27 de septiembre en Madrid con la participación de representantes de las 16 asociaciones de las distintas comunidades autónomas que lo conforman (ABL, ACESSLA, AEPSAL, AMP, ANPAJPRSL, APRILA, APTSLCYL, APROSAL, ARQUICMA, ASTEACAL, ASATEP, ASTEP, AVATEP, CGRICT, ITP, SCMST).


En dicha reunión se aprobó la incorporación al Consejo General de dos nuevas asociaciones, ATSPRLC (Cantabria) y APREVEX (Extremadura), como miembros de pleno derecho, con lo que el Consejo General cuenta con 18 asociaciones, siendo la organización profesional más representativa de todo el Estado español.
En una intensa reunión de trabajo se pasó revista a los elementos de comunicación interna y externa del CGPST (página web, redes sociales, registro, etc.), se procedió a la reestructuraron de las diferentes comisiones de trabajo que se habían puesto en marcha, en orden a darle mayor eficacia y adaptarlas a la actual situación; se informo a los asistentes sobre las distintas cartas remitidas por parte del CGPST y de las diferentes asociaciones integrantes a los grupos parlamentarios en relación con la Ley de Emprendedores y el Anteproyecto de Ley de Colegios Profesionales; se analizaron las diferentes propuestas para la realización de másteres oficiales para la formación de los profesionales; se presentaron propuestas para la suscripción de seguros de responsabilidad civil profesional; se recibió información sobre una herramienta de coordinación de actividades empresariales y de gestión documental; y se facultó al presidente del Consejo General para establecer acuerdos de colaboración con asociaciones profesionales de distintos países de Iberoamérica.





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CAMPAÑA DE OTOÑO


En general, nos sentimos cómodos cuando no tiritamos de frío ni sudamos por el calor. El control de la temperatura de nuestro cuerpo es condición básica para asegurar nuestro confort. No perdemos o ganamos frío, perdemos o ganamos calor. Mediante el concepto Hartware nos hemos marcado como objetivo el desarrollo de una alta gama de prendas outdoor que controle los flujos de calor hacia/desde nuestro cuerpo para darle un máximo de confort en cualquier nivel de actividad. Hemos creado este label como una gama de prendas Hart de calidad superior: Hartware. Es nuestra Selección Natural.



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martes, 29 de octubre de 2013

Trabajos verticales. Garantías “a priori” para su ejecución segura

Los trabajos verticales son muy habituales en multitud de operaciones relacionadas con la construcción, especialmente en tareas de conservación y mantenimiento, cuando se trata de realizar trabajos en lugares de muy difícil acceso, por ejemplo inspeccionar los apoyos de un puente, reparar una estructura de una plataforma petrolífera, limpiar o pintar una fachada de un edificio…
Esta modalidad sustituye al empleo de andamios, plataformas de trabajo y otros medios auxiliares o máquinas, e incluso se dan circunstancias en las que el uso de técnicas de acceso y posicionamiento resulta la única alternativa viable para realizar determinadas operaciones.
En este artículo se analizan las garantías existentes para desarrollar trabajos verticales en las debidas condiciones de seguridad y salud en edificios.
Antecedentes. En la Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo podemos encontrar la percepción del riesgo por parte de los trabajadores. En la última de ellas, la VII Encuesta, correspondiente al año 2011, destaca cómo el riesgo de caída de personas desde altura se percibe por los trabajadores como el cuarto en importancia. Sin embargo, en el sector de la construcción es percibido de un modo intuitivo por los trabajadores como el riesgo de mayor importancia con un 55,8%.
De entre todos los riesgos que pueden encontrarse en el sector de la construcción en España, el riesgo de caída de altura es una de las causas que generan mayor número de accidentes de trabajo graves y mortales, ya sea realizando labores de construcción o de mantenimiento de edificios o infraestructuras.

ALFONSO CORTÉS PÉREZ, PROFESOR DEL GRADO DE INGENIERÍA DE EDIFICACIÓN. UNIVERSIDAD EUROPEA DE MADRID
JESÚS ESTEBAN GABRIEL , PROFESOR DEL GRADO DE INGENIERÍA DE EDIFICACIÓN. UNIVERSIDAD EUROPEA DE MADRID


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La reforma penal 2013

La reforma penal 2013 endurece la responsabilidad penal de las empresas por los actos de sus empleados

Desde 2010, el Código Penal obliga a las empresas a supervisar a las personas bajo su autoridad, pudiéndolas imputar penalmente por los delitos que cometan.
La Reforma del Código Penal 2013 contempla un aumento de responsabilidades que convierte la necesidad de adaptarse en aún más crítica e imperiosa.

1- Nueva Sección: “Del incumplimiento del deber de vigilancia o control en personas jurídicas y empresas”.
Establece penas de prisión e inhabilitación al representante legal o administrador de hecho o de derecho de cualquier persona jurídica o empresa que omita la adopción de las medidas de vigilancia o control que resultan exigibles para evitar la infracción de deberes o conductas peligrosas tipificadas como delito. (Artículo 286.7)
2- A efectos de comisión de delitos a favor de la empresa y el deber de supervisión,
se equipara a los representantes legales a todo el personal autorizado para tomar decisiones en nombre de la persona jurídica o que ostenten facultades de organización y control dentro de la misma. (Art. 31 bis.1)
3- Se establece explícitamente como eximente el haber adoptado y ejecutado antes
de la comisión del delito modelos de organización y gestión que incluyan medidas
de vigilancia y control idóneas para prevenir delitos. (Art. 31 bis.2)
4- Define los requisitos de los modelos de prevención de delitos:
a)      Identificarán las actividades en cuyo ámbito puedan ser cometidos los delitos que deben ser prevenidos.
b)      Establecerán los protocolos o procedimientos que concreten el proceso de formación de la voluntad de la persona jurídica, de adopción de decisiones y de ejecución de las mismas con relación a aquéllos.
c)       Dispondrán de modelos de gestión de los recursos financieros adecuados para impedir la comisión de los delitos que deben ser prevenidos.
d)      Impondrán la obligación de informar de posibles riesgos e incumplimientos al organismo encargado de vigilar el funcionamiento y observancia del modelo de prevención.
e)      Establecerán un sistema disciplinario que sancione adecuadamente el incumplimiento de las medidas que establezca el modelo.
En general el modelo debe garantizar que las actividades de desarrollan conforme a la ley y permitir la detección rápida de riesgos. Asimismo deben ser verificados periódicamente. (Art. 31 bis.3-8)

5- Endurece los delitos contra la propiedad intelectual bastando un beneficio indirecto en la utilización sin autorización de los titulares para constituir delito. (Art. 270.2)
6- Introduce, como delito imputable a la persona jurídica, la lesión de la dignidad de las personasmediante humillación, menosprecio o descrédito por motivos de religión o creencias, situación familiar, etnia o raza, origen nacional, sexo, orientación sexual, enfermedad o discapacidad. (Art. 510.1.b)
7- Endurece las medidas contra la corrupción tanto entre particulares como con
funcionarios públicos o autoridades. (Art. 286 ter y quáter)
La forma de protegerse es obtener soporte especializado e implantar un Programa de Cumplimiento Corporativo, que contemple Análisis de Riesgos, Reglamentos y Códigos de Conducta, Formación, Seguimiento yControl disciplinario.
La implantación de un Programa de Cumplimiento Corporativo, una vez todo el equipo directivo conoce el contenido y alcance de la Ley, se inicia con el análisis de los riesgos inherentes a la actividad y organización de la empresa, que pudieran generar imputaciones penales.
A partir de este análisis se identifican los empleados sometidos a situaciones de riesgo y se diseñan las medidas de prevención y control  que permitan evitar los riesgos detectados o que, en caso de producirse, eximan a la empresa de responsabilidad.
Estas medidas se concretan en:
- la creación de  un Código de Conducta
- la formación del personal, lo que da valor probatorio de que efectivamente han comprendido el código
- la implantación de un servicio de consultas, con garantía de confidencialidad, para canalizar informaciones y denuncias
- y un Modelo de Organización de Cumplimiento que garantice, de acuerdo con la Ley, la aplicación del programa incluyendo un sistema disciplinario.



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lunes, 28 de octubre de 2013

Identificación de materiales con amianto

Identificación de materiales con amianto


15/02/2011
Realizar una identificación correcta de todos los materiales con amianto garantiza que estos puedan ser retirados antes de la obra de derribo o mantenimiento en cuestión, y por lo tanto, erradica completamente el riesgo por exposición de los trabajadores que vayan a intervenir en dicha obra.
Consideremos el caso de una cubierta de fibrocemento instalada en los años 80. Conociendo los procesos de fabricación existentes en ese momento, es seguro que ese fibrocemento sí contiene amianto.
Supongamos ahora que el edificio que lo tiene va a derribarse.
Resulta bastante habitual el razonamiento que establece que para cumplir con el RD3 96/06 primero hay que retirar la cubierta y después aplicar las técnicas de demolición al resto del edificio.
Pero, ¿cómo de correcto es este razonamiento?
El RD 396/06 obliga, en su art. 11.1.a), a eliminar el amianto o materiales que lo contengan antes de aplicar las técnicas de demolición. Luego si la cubierta tiene amianto, efectivamente hay que eliminarla antes de la demolición. Pero el mismo RD obliga también, en su artículo 10.2, a identificar los materiales que puedan contener amianto antes del comienzo de obras de demolición o mantenimiento. Por consiguiente, si no se hace la identificación, se elimina la cubierta y después se aplican las técnicas de demolición, puede ser que se derriben materiales con amianto que no sean tan conocidos ni tan evidentes como la cubierta de fibrocemento. El razonamiento inicial es incorrecto porque no se ha hecho la determinación de materiales con amianto.
De hecho, el razonamiento anterior solamente será válido si fuera acompañado de una identificación de los materiales con amianto del edificio en cuestión, cuya conclusión fuera que el único material que puede tener amianto en el edificio es la cubierta.
Como indica la Guía Técnica del RD 396/06 en sus comentarios al art 10.2, esta identificación tiene por objeto el eliminar de las obras de demolición y mantenimiento las exposiciones inadvertidas al amianto por parte de los trabajadores de la obra en cuestión.
Evidentemente, en una obra de derribo o mantenimiento, los trabajadores de las diversas contratas no tienen por qué ser cuidadosos con los materiales que se van a reemplazar, y sin embargo, si estos contuvieran amianto deberían serlo, y mucho, por los riesgos que su manipulación puede implicar para su salud.

Garantías frente a riesgos
Realizar una identificación correcta de todos los materiales con amianto garantiza que estos puedan ser retirados antes de la obra de derribo o mantenimiento en cuestión, y por lo tanto, erradica completamente el riesgo por exposición de los trabajadores que vayan a intervenir en dicha obra.
Para esto, la identificación debe consistir en un estudio en profundidad del edificio, llevado a cabo por personal experimentado y formado en esta actividad, que sea capaz de contemplar todos los materiales sobre los que vaya a intervenir la obra de mantenimiento, y en el límite, a todos los presentes en el edificio si la obra en cuestión es un derribo.
En otros países europeos (Francia y Reino Unido) hace años que tienen diseñados cursos de capacitación para inspectores de amianto en edificios
La identificación de materiales es por lo tanto necesaria y evidentemente obligatoria en los casos en los que se vaya a realizar una obra de derribo y mantenimiento. De hecho, el mismo art. 10.2 del RD 396/06 establece que tal identificación debe formar parte del estudio de seguridad y salud de la obra, o si no fuera necesario, de la evaluación de riesgos de los trabajos en cuestión.
Sin embargo, siguiendo la misma argumentación, se llega a que esta identificación es necesaria en muchos otros casos.
El amianto es un agente químico cancerígeno. Evidentemente están expuestas a él aquellas personas que lo manipulen, pero hay más que pueden estarlo, y es que puede afectarles aunque no lo manipulen directamente. Es sabido que simplemente por estar en un local en el que hay amianto, las personas del interior podrían, en ocasiones, llegar a verse afectadas.

Evaluación por parte del empresario
En el marco de los riesgos laborales, el art. 3 del RD 374/2001 de Agentes Químicos establece que el empresario debe determinar, en primer lugar, si existen agentes químicos peligrosos en el lugar de trabajo, y si así fuera, tiene que evaluar los riesgos para la salud y seguridad originados por dichos riesgos.
La identificación de materiales con amianto, y por lo tanto del riesgo que su presencia pueda generar, requiere de la visita de personal cualificado a las instalaciones y, en la mayoría de los casos, de la toma de muestras físicas de los materiales para su análisis en laboratorios especializados, pues no siempre el inspector es capaz de determinar si un material contiene o no amianto a simple vista.
Por otra parte, y como indica el RD anterior, se deberá evaluar el riesgo de la presencia de ese contaminante químico, o dicho de otra forma, se deberá evaluar el riesgo del material, careciendo de sentido (en este marco legal) la consideración de los edificios como de mayor o menor riesgo, ya que lo que genera el riesgo para las personas es el tipo, situación, estado de conservación, composición, etc. de cada material con amianto.
En otros países europeos (Francia y Reino Unido) hace años que tienen diseñados cursos de capacitación para “inspectores de amianto en edificios”. También tienen establecidos procedimientos para, en caso de ser necesario, obtener las muestras físicas de los materiales sospechosos, así como criterios en cuanto al número de muestras que se deben tomar, cómo deben ser los informes, etc.
En España, aunque en menor medida, tenemos herramientas para realizar estas inspecciones, como pueden ser:
▪El Apéndice 5 de la “Guía Técnica para la prevención de los riesgos relacionados con la Exposición al Amianto”, que consiste en una guía para realizarlas.
▪El Anexo C del Método MTA/PI-010/A09 “Recomendaciones para la toma de muestras en función del tipo de material a muestrear”, que recoge sugerencias al respecto de las tomas de muestras de materiales con amianto típicos.

EVA VERGARA GONZÁLEZ, TRABAJADORA DESIGNADA EN PRL DE IGR, S.A.
GONZALO ZUFÍA ÁLVAREZ, DIRECTOR DEL DEPARTAMENTO DE SEGURIDAD Y SALUD DE IGR Y PRESIDENTE DE ANEDES



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sábado, 26 de octubre de 2013

Análisis de la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo para un enfoque ergonómico

Análisis de la VII Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo para un enfoque ergonómico


AERIB es la Asociación de Ergonomía y Psicosociología Aplicada de les llles Balears. Ha nacido con el objetivo de difundir la ergonomía y la psicosociología aplicada en todos los ámbitos de la sociedad en los cuales estas disciplinas estén presentes, con especial relevancia en el entorno laboral.



La misión de nuestra asociación es la de prestar un servicio a nuestra sociedad unas veces mediante la difusión de estudios técnicos que tengan relevancia en estos campos, otras mediante la organización de mesas de discusión que sirvan para enriquecer a sus participantes y asistentes. Y como no puede ser de otro modo, la formación y el adiestramiento han de jugar un papel preponderante en nuestra actividad.
Para tal fin la Junta Gestora de AERIB ha encomendado a su Comisión Técnica que emprenda acciones técnicas de estudio, formación y difusión.
Como en todas las actividades, la Comisión adolece de recursos limitados, tanto humanos como materiales y esto obviamente obliga a focalizar su labor. Pero, ¿cómo focalizar su actividad si la problemática real de esta disciplina doble de la prevención de riesgos laborales está presente en multitud de ramas de actividad y se manifiesta en múltiples formas?
Seamos lógicos. Para hacer una disquisición fidedigna sobre determinados aspectos ergonómicos de interés en el entorno laboral es preciso partir de datos objetivos.
Para ello, basta con recurrir al informe de la última Encuesta Nacional de Condiciones de Trabajo (VII ENCT)editada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y analizar sucintamente los datos relacionados con la disciplina de Ergonomía y Psicosociología Aplicada que allí se plantean. Para este artículo nos centraremos en los datos referidos a la vertiente ergonómica de la disciplina.

Según el Resumen Ejecutivo del precitado informe, el estudio ha contemplado una muestra total de 8892 trabajadores ocupados a los que se ha encuestado en su domicilio mediante una batería de 62 preguntas relacionadas con sus condiciones de trabajo. Las preguntas 29, 30 Y 31 que interesan para este artículo pueden hallarlas en http://encuestasnacionales.oect.es/
El Resumen Ejecutivo concluye:
Mientras que los datos sobre los riesgos tradicionales (los relacionados con las condiciones de seguridad e higiene) a que están expuestos, no varían en exceso (se entiende con respecto a la última ENCT de 2007), los referidos a las exigencias físicas de los puestos de trabajo (posturas de trabajo, movimientos repetidos, aplicación de fuerzas para levantamiento o para empuje) y los problemas de salud asociados a ellas muestran una incidencia creciente, (…).
El mismo Resumen Ejecutivo detalla los datos relacionados con la ergonomía y psicosociología aplicada. Indica textualmente:
(…) Otros indicadores de enorme impacto, por su magnitud y consecuencias asociadas, son los relacionados con los requerimientos físicos de la tarea. Las exigencias físicas más habituales son: repetir los mismos movimientos de manos o brazos (@ 59%) y adoptar posturas dolorosas o fatigantes (36%).
En ambas circunstancias la frecuencia de exposición de las mujeres es superior a la de los hombres. En conjunto, el 84% de los trabajadores señala sentir alguna molestia que achaca a posturas y esfuerzos derivados del trabajo que realiza.
También, en general, la frecuencia de quejas por molestias musculoesqueléticas es significativamente superior entre las mujeres.
Por último, más de siete de cada diez ocupados tiene algún problema de salud. Para la mayoría de ellos, sus problemas de salud están relacionados (originados o agravados) por el trabajo que realizan, en particular quienes presentan algún trastorno musculoesquelético, (…)


A la vista de estos resultados, y de cara a mejorar la situación de riesgo ergonómico,¿dónde debemos centrar el esfuerzo?
La lógica nos obliga a considerar losmovimientos repetidos y la adopción de posturas forzadas como los riesgos mayoritarios que predominan en todas las actividades descritas.
En primer lugar identificamos las ramas de actividad que presentan dichos factores de riesgo. A tenor de los datos analizados, para los movimientos repetidos elegiremos aquellas ramas de actividad cuya presencia destaca: industria manufacturera (67,5%), construcción (67,3%), almacenamiento y transporte (67,3%), agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (67%), hostelería (64,9%), actividades culturales y servicios personales (61,7%) y metal (60,4%).
Para las posturas forzadas elegimos también las que destacan su presencia: construcción (48,7%), agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (48,1%), actividades sanitarias y sociales (48%), almacenamiento y transporte (37,2%), actividades culturales y servicios personales (37,1%) y metal (35,3%).
En segundo lugar elegiremos las ocupaciones que manifiesten mayor demanda física dentro de las ramas de actividad seleccionadas “a priori”:
Para los movimientos repetidos: trabajadores de la industria tradicional (76%), conductores de vehículos (73,3%), obreros industriales (72,5%), trabajadores agropecuarios (68,9%) y trabajadores de construcción y minería (67,8%).
Para las posturas forzadas: trabajadores de construcción y minería (67,8%), personal sanitario (50,3%), trabajadores agropecuarios (49,6%) y mecánicos y empleados de taller (41,2%).
En tercer y último lugar atenderemos de manera general y específica al género y a la zona de afectación.
Los movimientos repetidos afectan al 57,5% de los hombres y al 60,6% de las mujeres, mientras las posturas forzadas son requeridas por el 33,2% de los hombres y el 38,6% de las mujeres.
La zona de afectación, se centra en tres grandes partes que destacan sobre el resto: raquis alto, raquis bajo y zona cervical, siguiéndoles más de lejos los grupos relativos a las zonas medias y elevadas de las extremidades superiores y las piernas.
Con esto descartamos las ramas de actividad que no guardan correlación con las ocupaciones con mayor demanda de actividad ni con las zonas de afectación referidas, quedando como sigue el análisis:
-Por rama de actividad y ocupación, los movimientos repetidos de brazo/antebrazo afectan al 12,5% de mujeres y al 12,6% de hombres en la industria tradicional manufacturera. El personal masculino de la construcción está afectado en un 13% por movimientos repetidos del hombro y en un 12,6% del brazo/antebrazo. Por último, los movimientos repetidos, también de brazo/antebrazo, afectan a un 12,6% de hombres y un 12,5% de mujeres, ocupados en el sector agropecuario.
-Respecto a la adopción de posturas forzadas dentro del personal sanitario, el 45,8% de mujeres y el 43,9% de hombres refieren afectación lumbar, el 31,1% de mujeres y el 23,5% de hombres, afectación dorsal y el 41,1% de mujeres y el 28,4% de hombres afectación cervical.
-En el sector o rama de la construcción la afectación se circunscribe al personal masculino con un 43,9% de referencia a la zona lumbar.
-Por último, dentro de la rama de agricultura, ganadería, silvicultura y pesca, la afectación radica en la zona lumbar, refiriendo molestias o dolor un 45,8% de mujeres y un 43,9% de hombres.
Ahora ya sabemos dónde debemos centrar el esfuerzo. Por la ya existencia de magníficas entidades cuya labor preventiva está focalizada en el ámbito de la construcción y por el tejido socioeconómico específico de nuestra comunidad autónoma, nuestra labor debe centrarse en la industria tradicional manufacturera, en el sector agropecuario y en el de la sanidad, específicamente en la valoración de riesgos de patologías originadas en movimientos repetidos de los miembros superiores, y en la adopción de posturas con afectación en las zonas lumbar, dorsal y cervical, prioritariamente que afecten al personal femenino.
Esperamos que esto sea sólo el inicio de nuestra labor, que no es otra que realizar nuestra humilde aportación para que las condiciones de trabajo ergonómicas y psicosociales mejoren en las Illes Balears.
Autor:Josep Bayona Tur
Director ejecutivo de AERIB (Asociación de Ergonomía de las Islas Baleares) y miembro de la Comisión Técnica. Fundador de OMNISQUALITY. Ingeniero técnico químico. Colegiado 1276 COETIB. Postgrado en Dirección Financiera y de Operaciones. Técnico superior en seguridad, higiene y ergonomía y psicosociología aplicada. Auditor en PRL. Lead Auditor IRCA ISO 9001:2008. Auditor interno IRCA ISO 14001:2004. Técnico competente nº 196 de la D.G.E. Illes Balears.



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jueves, 24 de octubre de 2013

ERGONOMIA EN LA INDUSTRIA DE LA MADERA

La ergonomía en la industria de la madera y el mueble


La ergonomía es una disciplina dentro del ámbito de la prevención de los riesgos laborales cuyo objetivo fundamental es incrementar la eficiencia, la salud y el bienestar de las personas. Todo puesto de trabajo debe tener un diseño ergonómico que se ajuste tanto a las necesidades y exigencias de las actividades que allí se desarrollan como a las características del empleado que las va a realizar.
Esta disciplina constituye hoy en día un factor de éxito empresarial que abarca todas las etapas del proceso productivo, desde el diseño y el desarrollo del producto, pasando por la fabricación, la distribución, la comercialización y servicio posventa. Cuantas más acciones ergonómicas se realicen en todas estas etapas, mejor será la calidad del producto final.

Las condiciones ergonómicas en el sector de la madera y el mueble
Las empresas del sector de la madera y el mueble no son ajenas a los riesgos ergonómicos derivados de su actividad productiva diaria. Los accidentes de trabajo por sobreesfuerzos, así como las patologías causadas por esfuerzos continuados y/o repetidos son una realidad de este sector que aún hoy cuenta con las cifras alarmantes a pesar de la disminución continuada que ha tenido en los últimos años.
Para las empresas del sector de la madera y el mueble es muy importante que exista un conocimiento previo por parte de empresarios y trabajadores de los riesgos ergonómicos inherentes a su puesto de trabajo ya que en estas empresas muchas actividades del proceso productivo tienen factores de riesgo como la manipulación manual de piezas y materiales, aplicación de fuerzas, acciones repetitivas de larga duración, uso de máquinas con vibraciones, altas temperaturas, riesgos posturales, estrés, etc.
A pesar de que los avances tecnológicos han hecho que la maquinaria y los procesos productivos alcancen un alto grado de automatización de la producción en las empresas del sector de la madera y el mueble, las máquinas tradicionales siguen teniendo un espacio importante en este sector.
En España la mayoría de las empresas que componen el tejido empresarial de nuestra industria son pymes y micropymes que trabajan bajo pedido, lo que dificulta la automatización de algunos procesos y la homogeneidad de los productos ya que en muchos casos se trata de elementos únicos.
Los trabajadores de estas empresas desarrollan labores distintas a lo largo de una misma jornada laboral, dándose un grado muy alto de rotación entre máquinas y tareas. Por lo general, un trabajador no está asignado en exclusiva a una operación o máquina, sino que debe conocer el funcionamiento, los riesgos, las medidas preventivas y de protección de la salud que tienen en cada operación o máquina.
Otro aspecto que es importante destacar en las tareas de los trabajadores de las empresas de la madera y el mueble es la movilidad. Este concepto de movilidad se refiere a que, en algunas ocasiones, los propios trabajadores del taller son los que salen a realizar tareas de medida y montajes de elementos fuera del centro de trabajo, como pueda ser el montaje de puertas, carpintería de ventanas, armarios o pavimentos en obras de construcción. Esta tarea exige al trabajador conocer y prever los riesgos a los que se enfrenta en su nuevo lugar de trabajo.
El coste de la no prevención
La no aplicación de criterios ergonómicos en el diseño de procesos y equipos de trabajo de las empresas redundará en la aparición de problemas de salud por una mala adecuación a las personas. A los costes económicos para la empresa se sumarán la merma de la calidad de vida de los trabajadores por la afectación en su estado de salud. Para afrontar este tipo de problemas es necesario llevar a cabo evaluaciones en los puestos de trabajo que sirvan para identificar y analizar los posibles riesgos y tomar las medidas correctoras más adecuadas.
La prevención de accidentes de trabajo, lesiones ocupacionales y enfermedades no solo reduce los costes sino que también contribuye a la mejora del rendimiento de la empresa. La seguridad y la salud en el trabajo pueden afectar al rendimiento de la empresa desde muchos puntos de vista, por ejemplo:
  • Unas condiciones ergonómicas adecuadas en el trabajo favorecen que los trabajadores pueden producir más y con una mayor calidad.
  • Se reducen los errores, lo que disminuye las pérdidas económicas por productos desechados así como las pérdidas de tiempo de producción.
  • Menos accidentes laborales y enfermedades profesionales significa una reducción de los gastos asociados y las interrupciones en el proceso productivo.
  • La falta de accidentes en la empresa redunda positivamente en la imagen de la misma.
¿Cómo mejorar las condiciones ergonómicas en el sector?


La Comisión de Seguridad y Salud Laboral del Convenio Estatal de la Madera, integrada por CONFEMADERA HÁBITAT, FECOMA-CCOO y MCA-UGT, viene realizando proyectos de investigación en colaboración con institutos tecnológicos de referencia nacional con el fin de mejorar las condiciones ergonómicas de los trabajadores del sector de la madera y el mueble en sus puestos de trabajo.
Para la Comisión de Seguridad y Salud Laboral la seguridad debe ser una acción continuada en el tiempo, algo dinámico que se constituya en eje dinamizador del cambio de actitudes respecto a la prevención de riesgos. En esta línea, y el marco de los proyectos financiados por la Fundación para la  Prevención de Riesgos Laborales, la Comisión sacó a la luz en 2011 la Guía para la evaluación de riesgos ergonómicos en Pymes del sector de la madera y el mueble. Metodología Queq y en 2012 la Guía para la mejora de las condiciones ergonómicas en puestos de trabajo del sector de la madera y el mueble. Wood ergo Good.
Ambos proyectos tienen como objetivo fundamental concienciar a empresarios y trabajadores de los riesgos ergonómicos derivados del puesto de trabajo que ocupan, además de la identificación de los factores de riesgo que pueden ser causa del desarrollo de lesiones muscoloesqueléticas, todo ello con la finalidad de disminuir los accidentes y mejorar las condiciones en el puesto de trabajo. 
De este modo se pretende optimizar las capacidades de actuación preventiva de los empresarios, técnicos de prevención y trabajadores gracias a la identificación de los riesgos y a la propuesta de soluciones técnicas prácticas y específicas a los problemas ergonómicos del sector.
Estos materiales pueden ser útiles a la hora de:
  • Identificar factores de riesgo relacionados con los trastornos músculoesqueléticos.
  • Evaluar el nivel de riesgo para las diferentes zonas corporales (espalda, brazo, hombro, cuello, muñecas…).
  • Sugerir acciones para reducir el riesgo de exposición.
  • Evaluar la efectividad de una intervención ergonómica.
  • Formar a los usuarios sobre los riesgos en su puesto de trabajo.
Para la elaboración de estas guías se ha seguido una metodología de trabajo consistente en la aplicación de diferentes técnicas basadas en: grupos de discusión formados por expertos, revisión bibliográfica y documental, lista de identificación de riesgos ergonómicos, estudio ergonómico de los puestos de trabajo y redacción de los materiales tras la recopilación y análisis de toda la información.
PABLO CUBILLO, DEPARTAMENTO LABORAL DE CONFEMADERA HÁBITAT




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MOTIVACIÓN DEL PERSONAL EN ENTORNOS INDUSTRIALES

MOTIVACIÓN DEL PERSONAL EN ENTORNOS INDUSTRIALES


El personal que trabaja en entornos industriales con trabajos muy especializados es personal algo más complicado que el personal de producción o el administrativo. Tiene unas características peculiares que deben ser tenidas en cuenta a la hora de decidir la política de gestión de este personal.
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Autor: Santiago García Garrido

En primer lugar, este personal no es fácilmente sustituible. No es fácil ir al mercado laboral y encontrar técnicos con formación y experiencia en los equipos concretos de nuestra instalación. Por tanto, es personal al que debemos reclutar, formar y mantener / (y casi mimar) en la empresa.
En segundo lugar, el nivel de tensión en un entorno industrial es más alto que en otros departamentos o entornos, pues suelen estar en el centro de los problemas de una fábrica. Cuando sucede un incidente, como una parada de máquina, una emergencia, etc., es el personal especializado el encargado de su resolución, en el tiempo más breve posible. Esto genera nervios, tensión, y estrés.
En tercer lugar, entre el personal técnico especializado suele existir mayor nivel de competencia entre compañeros que en otros departamentos; juzgan a menudo el trabajo realizado por los otros, y establecen su propio ‘ranking’ de valía, que incluso puede ser diferente de unos operarios a otros.
Todo esto hace que el personal técnico, como decíamos, sea distinto, y necesite un tratamiento especial.
Una de las claves de su rendimiento está indudablemente ligado a su motivación. Al personal técnico especializado no se le debe exigir ni imponer. No se puede dirigir a este persoanl ‘con un látigo’ , ni se les puede pedir que no piensen y que solo trabajen (al estilo Tayloriano ). En cambio, el personal motivado acabará antes una tarea, pondrá su inteligencia y su saber-hacer  al servicio de los intereses de la empresa y no tendrá el mismo volumen de tiempos perdidos que el personal que acude diariamente a su trabajo sin más objetivo que hacer lo mínimo para que no le despidan.

Hechos que motivan al personal técnico especializado

  1. Que sus opiniones sean escuchadas
  2. Que cuando solicita algo que necesita se la facilite con rapidez. El técnico necesita ver eficacia a su alrededor. Si no lo ve, él mismo caerá en la ineficacia, pensando que a nadie le importa.
  3. Notar que la empresa le considera un trabajador valioso, y no un simple número
  4. Que sus mandos le tratan con respeto
  5. Que la cantidad de dinero que gana le permite cubrir sus necesidades, y que comparativamente con otros departamentos, en su salario están considerados tanto su nivel de especialización como las condiciones de tensión habituales en estos trabajos.

Algunas formas de motivar al personal de mantenimiento

  • Escuchar sus sugerencias. Establecer un sistema que permita documentar y evaluar sus propuestas de mejora, tanto de la instalación
  • Darle formación, y si es posible, durante su jornada laboral. Un técnico (sobre todo si es joven) es una persona ávida de nuevos conocimientos, de desarrollar nuevas destrezas.
  • Interesarse de manera periódica por las dificultades de su trabajo. Saber si tiene todo lo que necesita en cuanto a ropa, herramientas, medios técnicos, repuestos; conocer de su propia voz los riesgos de su trabajo; conocer las condiciones del taller, horarios, etc.

Hechos que desmotivan al personal

  • Errores administrativos en el cálculo de nóminas, cómputo de horas, pluses, retrasos en el pago de salarios, y cualquier circunstancia que afecte económicamente al trabajador
  • Adquirir compromisos con este personal que después no se cumplan. Estos compromisos pueden ser de cualquier naturaleza: económicos, compromisos para adquirir determinados medios, 
  • No resolver con rapidez sus necesidades respecto al trabajo, en una consulta técnica, en la adquisición de un material, etc.
  • Que el volumen de trabajo sea muy superior al personal disponible para realizarlo
  • Que el trabajo esté mal organizado
  • Que las averías sean siempre las mismas, y no se haga nada para cambiar esta situación.
  • La inseguridad sobre su futuro profesional, sobre todo en momentos de reajuste de plantillas.
  • Dirigirse a él habitualmente de forma brusca y poco respetuosa.
  • Sancionarle, ya sea por causas procedentes o improcedentes. En este sentido, antes de imponer una sanción hay que tener en cuenta el efecto que tendrá ésta sobre su moral.
  • No tener apoyo cuando se encuentra ante una avería que no es capaz de resolver
  • No tener en cuenta sus opiniones, ignorar sus quejas.
  • Que su superior se aproveche de sus sugerencias para presentarlas como propias ante otras personas de la organización.

Qué hacer ante un trabajador desmotivado

Como decíamos, un operario desmotivado tiene un rendimiento muy inferior a un operario motivado, con el mismo nivel de preparación. Es posible, incluso, que un operario motivado con pocos conocimientos sea más útil que un operario muy preparado, pero absolutamente desmotivado.
Si nos encontramos con un técnico especializado con moral baja, que ha perdido el interés por la empresa y por su trabajo, podemos hacer tres cosas: tratar de reconducir su situación para que recupere la ilusión por su trabajo, despedirle o invitarle a que abandone la empresa.
Para reconducir su situación, hemos de investigar las causas de su desmotivación. Si entre las causas encontramos errores que ha cometido la empresa, podemos intentar solucionar estas causas demostrándole efectivamente que las cosas han cambiado. En estos casos, mejor hechos que promesas. Así, si la causa de su desmotivación está en la ineficacia de la mano de obra indirecta para planificar los trabajos, conseguir materiales, etc., podemos investigar estas causas, y tomar cartas en el asunto redistribuyendo funciones o reorganizando algunas áreas. Puede ser también que no tenga razón en su queja, ante lo cual deberemos mostrarle la razón de su error de apreciación. Es posible que las causas de su estado de ánimo estén fuera de la empresa (situación familiar, situación económica, etc.), ante lo cual lo único que podremos hacer es darle ánimos o mostrarle nuestra solidaridad. 
Si no es posible reconducir la situación, las opciones son el despido o la invitación al cese voluntario. El despido puede argumentarse en relación a su bajo rendimiento, pero hemos de tener en cuenta la dificultad para demostrar este bajo rendimiento ante una posible demanda por despido improcedente. 
Por último, la invitación al cese voluntario puede hacerse de manera incentivada, ofreciendo al trabajador una cierta indemnización, o convenciéndole para que abandone la empresa voluntariamente sin más.
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